En julio del mismo año, y en coproducción con Nave 73 y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, la compañía estrena Los brillantes empeños, con texto y dirección de Pablo Messiez, a partir de la palabra poética de los grandes autores del Siglo de Oro.
Los seis hermanos que habitan la casa donde solo quedan ya los libros, se apoyan en los versos clásicos para tratar de explicarse a sí mismos y al resto las emociones que les sobrecogen. Unos textos clásicos que conviven en perfecta armonía con los versos, brillantes, del propio Messiez.
Los seis hermanos que habitan la casa donde solo quedan ya los libros, se apoyan en los versos clásicos para tratar de explicarse a sí mismos y al resto las emociones que les sobrecogen. Unos textos clásicos que conviven en perfecta armonía con los versos, brillantes, del propio Messiez.
Los jóvenes actores de Grumelot supieron responder con una asombrosa naturalidad a las exigencias textuales y escénicas de la propuesta. Su trabajo con el verso dista mucha del recitado ortodoxo, pero encaja a la perfección, siempre secundado por el cuerpo, con el tono general del montaje. Un conjunto interpretativo sin fisuras en el que, a pesar de las destrezas individuales para defender cada personaje, resulta complicado resaltar algún trabajo en particular.