Al parecer, habíamos alcanzado una gran altura en la atmósfera en ese momento, ya que el cielo estaba negro como la muerte y las estrellas se precipitaban hacia abajo. Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde.
Al parecer, habíamos alcanzado una gran altura en la atmósfera en ese momento, ya que el cielo estaba negro como la muerte y las estrellas se precipitaban hacia abajo. Cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde.